Puerto Príncipe. – La Comunidad del Caribe (Caricom) expresó este miércoles su total respaldo a la creación de una fuerza internacional para enfrentar a las pandillas en Haití, luego de que el Consejo de Seguridad de la ONU aprobara una resolución que transforma la actual misión de seguridad en un despliegue más robusto.
El presidente de turno de Caricom y primer ministro de Jamaica, Andrew Holness, calificó la decisión como “un paso significativo” en la respuesta internacional a la crisis haitiana. Subrayó que la medida, en coordinación con la Oficina de Misión de la ONU, abre un camino más estructurado para restaurar la paz y crear condiciones favorables para elecciones, asistencia humanitaria y la reconstrucción institucional del país.

La resolución fue promovida por Estados Unidos y Panamá, y recibió doce votos a favor y tres abstenciones (China, Rusia y Pakistán). Esta sustituye a la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad (MMAS), liderada por Kenia desde 2023, la cual había mostrado limitados resultados debido a la falta de recursos y de personal.
El nuevo despliegue, conocido como Fuerza de Eliminación de Pandillas (GSF, por sus siglas en inglés), contará con hasta 5,500 efectivos militares y policiales. Según el viceministro keniano de Exteriores, Korir Sing’Oei, la operación será apoyada logísticamente por una Oficina Técnica de la ONU, encargada de movilizar fondos y coordinar las acciones sobre el terreno.
Kenia, que seguirá participando en la misión, saludó la decisión como un “avance positivo hacia un Haití más pacífico y seguro”. Caricom, por su parte, reiteró que solo mediante una acción colectiva y urgente será posible frenar la violencia de las bandas que controlan gran parte de Puerto Príncipe y otras zonas del país.
El embajador haitiano ante la ONU, Pierre Ericq Pierre, describió el acuerdo como un “punto de inflexión decisivo” en la lucha contra la inseguridad. Mientras, el presidente del Consejo Presidencial de Transición de Haití, Laurent Saint-Cyr, recordó que la violencia criminal ha dejado a más de un millón de desplazados internos y comparó la situación del país con un “Guernica moderno”.
Con este nuevo paso, la comunidad internacional espera generar estabilidad en Haití y sentar las bases para un desarrollo sostenible a largo plazo.
