El Yankee Stadium fue escenario de una noche de pura emoción y drama en el Juego 3 de la Serie Divisional de la Liga Americana. Los New York Yankees, al borde de la eliminación tras caer en los dos primeros encuentros en Toronto, respondieron con una remontada electrizante para imponerse 9-6 sobre los Blue Jays, recortando la serie a 2-1 y forzando un crucial Juego 4 en el Bronx.
El duelo de abridores no cumplió las expectativas. Tanto Carlos Rodón por Nueva York como Shane Bieber por Toronto tuvieron salidas cortas y complicadas, dejando temprano la responsabilidad en manos del bullpen. Rodón fue castigado en las primeras entradas por una ofensiva canadiense que volvió a apoyarse en la potencia de Vladimir Guerrero Jr., quien conectó un jonrón de dos carreras para adelantar a los Azulejos. Anthony Santander y Ernie Clement ampliaron la ventaja con imparables oportunos, llevando el marcador a 6-3.
Sin embargo, los Yankees, impulsados por su público, reaccionaron con fuerza. En la parte baja de la cuarta entrada, Aaron Judge protagonizó el momento cumbre de la noche con un jonrón de tres carreras que empató el juego 6-6 y encendió al Yankee Stadium. Fue su primer cuadrangular de la postemporada y el golpe anímico que cambió el rumbo del encuentro.
En la quinta entrada, Ben Rice conectó un sencillo productor que dio a Nueva York su primera ventaja desde el inicio del juego. Luego, en la sexta, Anthony Volpe añadió otra carrera impulsada, y un error defensivo de Toronto permitió una anotación adicional, sellando el definitivo 9-6.
Tras la salida de Rodón, el bullpen de los Yankees fue determinante. Ian Hamilton (1-0) se acreditó la victoria al contener el bateo rival con autoridad, mientras que el cerrador Clay Holmes se encargó de los últimos outs sin permitir libertades, apuntándose el salvamento y asegurando la supervivencia de los neoyorquinos. Mason Fluharty (0-1) cargó con la derrota por Toronto.
Con esta victoria, los Yankees mantienen viva la esperanza de una remontada histórica. El Juego 4 se disputará este miércoles 8 de octubre en el Bronx, donde Nueva York buscará empatar la serie y extenderla a un quinto y decisivo encuentro en Toronto. El mensaje fue claro: los Yankees no se rinden.






